Saludos, don Hipólito.

Me va a excusar que no lo llame presidente todavía; eso está por verse y me queda alguna esperanza de que este pueblo entre en sus cabales. Declino también llamarle “Papá”; yo conozco al mío y, a mi entender, ese es un título que no se presta a la mojiganga. Por otro lado, así le decían a François Duvalier y todos sabemos cómo acabó eso… Ni de juego me sumo a la alabanza buy Pregabalin